Sal a correr para mejorar tu salud cardiovascular, fortalecer tus músculos y, de vez en cuando, para compensar ese trocito extra de pastel de chocolate. Pero, ¿sabías que mientras cuidas tu cuerpo, también estás cuidando tu mente?
Desde hace años, los corredores han hablado sobre la sensación de placer que experimentan al correr, conocida como «runner’s high» en inglés. Cuando empiezas a correr, tu corazón late más rápido, bombeando sangre a través de tu cuerpo a un ritmo acelerado. Tu sistema respiratorio se activa y te preparas mentalmente para el ejercicio. A medida que te esfuerzas más, tu cuerpo comienza a liberar endorfinas, hormonas que actúan como un estimulante natural, produciendo una sensación de placer.
Además de esta sensación de placer, correr y otros ejercicios intensos ofrecen una variedad de beneficios para la salud mental:
Control del estrés: Correr puede ayudar a controlar el estrés y mejorar la capacidad del cuerpo para manejar la tensión mental. El ejercicio también aumenta las concentraciones de norepinefrina, un químico que ayuda a moderar la respuesta del cerebro al estrés.
Vitamina D: Correr al aire libre en un día soleado ayuda a tu cuerpo a producir vitamina D, un nutriente que puede reducir las posibilidades de experimentar síntomas depresivos.
Prevención del deterioro cognitivo: Si bien correr no cura el Alzheimer, puede estimular la habilidad del cerebro para reducir y retrasar el deterioro cognitivo que comienza después de los 45 años. El ejercicio, especialmente entre los 25 y 45 años, estimula los químicos del cerebro que previenen la degeneración del hipocampo, una parte vital para la memoria y el aprendizaje.
Mayor tranquilidad mental: Los químicos liberados durante y después de correr pueden ayudar a las personas que sufren de ansiedad a sentirse más tranquilas. Ya sea que corras en una caminadora, en un sendero o en una pista, mover tu cuerpo es una forma saludable de manejar el estrés.
Estimulación mental: El ejercicio cardiovascular puede generar nuevas células cerebrales y mejorar el rendimiento general del cerebro. Correr intensamente aumenta los niveles de una proteína cerebral que se cree que ayuda en la toma de decisiones, el razonamiento y el aprendizaje.
Mejor calidad del sueño: Para algunas personas, correr moderadamente puede ser como tomar un somnífero, incluso para aquellas con insomnio. Mover el cuerpo varias horas antes de dormir aumenta la temperatura central del cuerpo, lo que luego señala al cuerpo que es hora de dormir cuando la temperatura vuelve a la normalidad.
Aumento de la productividad: ¿Te sientes desmotivado? La solución podría ser salir a correr un rato. La investigación muestra que los trabajadores que se toman tiempo para hacer ejercicio regularmente son más productivos y tienen más energía que sus colegas menos activos.
Mayor creatividad: Una carrera que active tu corazón puede impulsar la creatividad hasta dos horas después. En lugar de quedarte mirando una página en blanco, mueve tus piernas y refresca tu cuerpo y mente al mismo tiempo.
La próxima vez que te cueste levantarte de la cama por la mañana para salir a correr, o si estás pensando en no ir al gimnasio, recuerda todos los beneficios que disfrutarás de pies a cabeza.